La segunda parte del juicio contra el grupo que en 2008 fue detenido por la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en mayo de 2008 con un alijo de 2.100 kilogramos de hachís fue de nuevo suspendido ayer por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en esta ocasión porque no acudió a la vista uno de los tres acusados, J.C.T., un residente en Santa Eulària a quien ayer los magistrados pidieron a la Policía Local de la localidad que lo buscara en su casa.

La hermana del acusado explicó a los agentes que hacía días que no sabía de él. Ante la ausencia, el juez ordenó su búsqueda, captura y encarcelamiento y suspendió el juicio. Junto a J.C.T., para quien se piden cuatro años y medio de cárcel, tienen que responder por este caso H.M.M. y B.C.S.

El primero se juega también cuatro años y medio, mientras que al segundo, que se encuentra en prisión provisional, se le piden cinco, ya que también se le hallaron 500 pastillas de éxtasis.

Primera suspensión

Las dos personas que fueron detenidas en la barca en la que transportaban los 70 fardos de hachís, los ibicencos J.R.R. y A.T.T., ya fueron juzgados y condenados a penas de cuatro años y un mes el primero y a tres años y medio el segundo, penas que quedaron en suspenso.

Por este motivo los abogados de J.C.T., H.M.M. y B.C.S. pidieron la nulidad de las actuaciones, pues consideran que el hecho de partir el juicio en dos 'piezas' perjudica a sus clientes y favorece a H.M.M. y B.C.S., motivo por el que el 21 de septiembre la Audiencia suspendió la vista para valorar la crítica de los letrados.

Ayer, al respecto, el presidente de la Sala, Juan Pedro Yllanes, explicó a los abogados, a través de la secretaria de la Sección Segunda de la Audiencia, que «aunque lo deseable hubiera sido una sola causa» en lugar de partirla en dos, este hecho «no causa indefensión» a los tres acusados. Además, los magistrados recordaron que los letrados, en su momento, «no recurrieron el auto segregador».

Uno de los abogados, una vez que se comprobó que faltaba uno de los acusados, pidió a los jueces que la vista se celebrara sin él, es decir, una nueva partición del caso, pero los jueces se negaron. La petición de este letrado desató sonrisas entre los magistrados, pues el mes pasado pidió la suspensión precisamente por la partición de la causa.

Es Vedrà

El gran alijo pudo ser decomisado gracias a la Guardia Civil de Melilla, que alertó de que estaba prevista la llegada de la droga a Eivissa. Los agentes del SVA capturaron la barca de los dos ibicencos en es Vedrà.

Supuestamente, el marroquí H.M.M. fue el encargado de cargar la lancha desde una embarcación nodriza, mientras que los españoles J.C.T. y B.C.S. eran, presuntamente, los receptores de la droga. Según explicó el fiscal en la primera vista suspendida, estos tres acusados pudieron ser detenidos gracias a la confesión de los dos ibicencos, motivó éste por el que, a juicio del Ministerio Público, hubo que partir la causa en dos 'piezas'.