La Sección Segunda de la Audiencia Provincial juzgó ayer a un hombre de nacionalidad argelina, M.K.G., que fue detenido por un agente de la Guardia Civil en el puerto de Vila en posesión de 83 gramos de cocaína distribuidos en cuatro envoltorios.

El caso quedó visto para sentencia y el acusado se enfrenta a una petición de pena por parte del Ministerio Público de cinco años de prisión.

M.K.G. dijo que la cocaína que llevaba consigo pegada a su abdomen eran muestras que debía entregar a una persona a la que, finalmente, no se la pudo llevar.

El argelino dijo que cargó la cocaína en Madrid y que le iban a pagar 500 euros por transportarla a Eivissa, un dinero que no llegó a cobrar, según su relato. Añadió que eran «muestras» de diferentes calidades.

La defensa reclamó los atenuantes de reconocimiento de los hechos y la supuesta adicción a la cocaína de su cliente, por lo que pide que la condena no sea superior a un año y medio de cárcel.