La juez Clara Ramírez de Arellano, accidentalmente responsable del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, ha dejado vista para sentencia la causa de una mujer maltratada que fue supuestamente perseguida y amenazada de muerte por su marido cuando éste la esperaba sobre una moto junto al piso de acogida de Vila donde la afectada residía. La mujer logró huir pero acabó precisando asistencia sanitaria tras desmayarse.

El sospechoso, un hombre natural de Eivissa actualmente preso y que se juega un año de cárcel, fue condenado hace pocos días a seis meses de cárcel tras supuestamente seguir en un coche a su mujer por Santa Eulària el 12 de septiembre.

Tras conocer que existía una orden que le impedía acercarse a su esposa viajó a Marruecos, de donde es la víctima, para «aclarar» las cosas con su familia política. Durante estos días también fue a Madrid para visitar a los amigos de su mujer, persona que, finalmente y al sentirse acosada, pidió ayuda a la Oficina de la Dona. El 29 de octubre tuvo lugar el suceso que motivó la detención y encarcelamiento del sospechoso.

Temor

«Le tengo muchísimo miedo. Está muy obsesionado conmigo. Sólo quiero el divorcio», declaró ayer la mujer. Aseguró que decidió romper su relación con su marido, que duraba dos años, harta de sus malos modos y de recibir empujones que llegaron, incluso, a tirarla al suelo. «Ese día estaba allí y llevaba algo negro en la mano que no sé qué era», agregó.

El acusado sólo reconoció «estar por la zona buscando piso», atribuyó todo a una «fatal casualidad» y, tras negar que hubiera perseguido a su esposa, afirmó que «había hecho todo lo posible para cambiar sus hábitos y poder cumplir con la orden de alejamiento».