Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil comenzaron ayer a tomar muestras de restos en el solar de Can Bellotera donde resultaron calcinados una docena de embarcaciones que había varadas en este lugar en un incendio que hasta anteayer no pudo ser dado por completamente extinguido. Los agentes no pudieron realizar la inspección ocular hasta ayer después de que durante la mañana del miércoles se reactivara por dos veces el fuego en una de las embarcaciones afectadas.

Los primeros indicios apuntaron, tras el inicio de las llamas en una embarcación, que su origen podía deberse a un cortocircuito. Según la información recogida por este periódico, los investigadores tenían previsto, además de intentar ahondar en esta cuestión, entrevistarse con algunos de los propietarios de los barcos e intentar aclarar si pudieron ser víctimas de una venganza o hubiera otras circunstancias que confluyeran en la posibilidad de que el suceso hubiera sido intencionado.