Un ibicenco de 39 años con al menos cuatro antecedentes por maltrato ha vuelvo a ser castigado por un delito similar después de que la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, haya considerado probado un suceso en Sant Antoni en el que se vio afectada la que hasta hace poco era su última compañera sentimental, un mes después de que el acusado fuera condenado por coaccionarle.

La juez impone al acusado diez meses más de prisión al entender que vulneró la orden que le impedía acercarse o contactar con su ex novia.

Con un amigo

El incidente ocurrió el 30 de septiembre en un edificio de la calle Metge Mateu Gasull. La víctima, una mujer de origen magrebí que en ese momento se hallaba en su casa acompañada de un amigo, escuchó el timbre del interfono y nada más atenderlo oyó como un hombre le gritaba «puta».

El insulto fue escuchado claramente por el amigo de la afectada, persona que en ese momento se hallaba en el salón y que oyó la voz por la ventana.

Éste, no pudo asegurar con absoluta rotundidad que identificara la voz del acusado, algo que, sin embargo, sí lo hizo la denunciante. «Tras oír el testimonio de la víctima, ninguna duda alberga la juzgadora acerca de su verosimilitud. Independientemente del nerviosismo mostrado, y de su pequeña dificultad con el idioma español, aunque no ha sido precisa la intervención de intérprete, también ha podido presenciarse la angustia mostrada al declarar, y el temor que siente hacia el acusado», razona la magistrada. Al respecto, la juez también apoya la credibilidad de la denuncia en la actitud que exhibió ante su amigo, que declaró que la víctima se puso «taquicárdica, pues siente un temor extremo hacia dicha persona».

El acusado tenía vigente entonces la prohibición de acercarse a su ex pareja durante dos años y ocho meses después de que el 27 de agosto fuera también condenado a 40 días de trabajo en beneficio de la comunidad por coacciones.

El sospechoso negó su acción y dijo que había sido denunciado después de que días atrás la mujer le pidiera dinero y éste no hubiera accedido a su solicitud.