Al menos tres personas murieron hoy y otras 34 resultaron heridas al incendiarse un avión de pasajeros Tu-154 que se disponía a despegar del aeropuerto de la ciudad siberiana de Surgut con destino a Moscú, informó la Fiscalía Regional de Transporte.

«Según los primeros datos, una de las víctimas mortales es un niño, cuya edad se desconoce», dijo un portavoz de la fiscalía a la agencia Interfax.

Por su parte, el ministerio de Sanidad informó de la hospitalización de 34 personas, 27 de ellos por intoxicación.

Según el parte oficial, cuatro de los intoxicados se encuentran graves, mientras que el estado de los veintitrés restantes es de mediana gravedad.

De las restantes siete personas hospitalizadas, cinco se encuentran en un pabellón de quemados y la otras dos en traumatología, con heridas en las extremidades inferiores.

El fuego comenzó en una de las turbinas del Tu-154 cuando éste se dirigía hacia el cabezal de la pista para el despegue y luego se propagó al resto del avión, dijo a Interfax un portavoz de Rosaviatsia, la agencia aeronáutica rusa.

A bordo de la aeronave, según la fuente, se encontraban 116 pasajeros y ocho miembros de la tripulación, que consiguieron ser evacuados casi en su totalidad.

Fuentes del aeropuerto de Surgut indicaron que minutos después de la evacuación del avión en llamas estallaron sus depósitos de combustible.

Según Rosaviatsia, el aparato siniestrado pertenecía a la compañía aérea Kogalymavia.

El ministro de Transporte de Rusia, Igor Levitin, declaró que de momento no existen hipótesis de trabajo sobre las causas del incendio del TU-154.

«Los especialistas no entienden cuál pudo ser la causa del comienzo del incendio», dijo Levitin a la prensa tras informarle del accidente al primer ministro ruso, Vladímir Putin.

A la pregunta de un periodista sobre si se examinaba la posibilidad de que se hubiese tratado de un atentado terrorista, el titular de Transporte contestó: «Se examinan todas las posibilidades, cuando los especialistas lleguen al terreno tendremos más datos».