Parte del misterio que envuelve al atropello con resultado de muerte ocurrido en la noche del martes cerca de sa Casilla se resolvió ayer. Según informaron fuentes de la Guardia Civil, el autor del atropello mortal acudió voluntariamente al destacamento de Tráfico y allí declaró voluntariamente que creía ser el autor del fatal golpe.
«Esta persona vio en la prensa lo que había ocurrido y, al pensar que él había pasado por ese punto [el kilómetro 4,2 de la carretera que une Eivissa y Sant Josep] a esa hora [sobre las 22,00 horas] se dirigió a su vehículo y observó que tenía señales de que podía haber sido él quién golpeó a la víctima», explicó un portavoz de la Benemérita.
Al parecer, el conductor señaló que «había sentido algo con el todoterreno» al pasar por la zona, «pero que no había visto a nadie ni pensó que lo que hubiera golpeado fuera una persona».
Próxima identificación
En cuanto a la identidad de la víctima, continúan los trabajos de la Benemérita para fijarla con total seguridad, algo que se espera que se pueda realizar a lo largo del día de hoy después de que durante toda la jornada de ayer se recibieran varios avisos de ciudadanos que afirmaban conocer a alguna persona que correspondía a la descripción física facilitada por la Guardia Civil.
Sin querer aportar más datos de momento, fuentes del Instituto Armado explicaron que se mantiene la idea de que es un ciudadano extranjero (en un primer momento se apuntó que posiblemente sería alemán) de entre 35 y 40 años, complexión atlética, 1,80 metros de altura, pelo castaño claro rizado y dos tatuajes en los brazos: un león con una rosa en la boca en el derecho y una cruz cerca de la axila izquierda.
Las tareas de identificación incluyeron también la consulta a la Policía Local de Sant Josep para que consultara los datos del chip identificador de un perro que acompañaba a la víctima.
Según algunas informaciones, la resolución del caso podría completarse gracias a las declaraciones de algunos testigos presenciales, que corroboraron que el fallecido caminaba desnudo por la carretera y que podría encontrarse bajo los efectos de alguna sustancia.