Un delincuente de Dalt Vila, en la actualidad preso preventivo, se enfrenta a un año de cárcel después de que fuera sorprendido por agentes de la unidad nocturna de la Policía Local de Eivissa, cuando en la madrugada del 24 de enero, presuntamente practicaba un butrón en una vivienda, en ese momento vacía, propiedad de su vecino.

El sospechoso fue descubierto martillo y escarpia en mano cuando el afectado se despertó al escuchar fuerte ruidos en una pared. «Eran las tres y media de la madrugada y comencé a oír golpes y golpes. Me levanté, vi que no había nadie en casa y llamé a la policía», explicó ayer el afectado en el juicio que se celebró contra el acusado.

Éste, que se declaró consumidor de drogas bajo tratamiento de metadona, dijo no acordarse de nada por la situación en la que se hallaba. «Había tomado de todo. Se me disparó una glándula hormonal de la cabeza, porque estoy operado, y no sé lo que hago», afirmó.

El suceso ocurrió en la plaza de los Desamparados de Dalt Vila. Los agentes locales apresaron al acusado después de que éste supuestamente echara a correr, algo que él negó. Según los policías, llevaba hecho un agujero de 15 centímetros cuando fue descubierto.