A la cuarta se acabó su suerte. Juan C.G., natural de Eivissa y de 52 años, ingresó anteayer en la prisión de Eivissa después de cometer su cuarto delito contra la seguridad del tráfico desde 2008 sin que haya demostrado intención alguna por enmendarse. La Policía Local de Vila volvió a sorprenderle conduciendo bebido y cuando, a consecuencia de sentencias anteriores, estaba privado del derecho a llevar vehículos a motor.

Juan C.G. aceptó cuatro meses de cárcel, otros dos de retirada de carné y el pago de una multa de 4.320 euros después de que fuera parado por la Policía Local en la avenida Pedro Matutes Noguera a primera hora de la madrugada del jueves y arrojara en la etilometría tasas de 0,72 y 0,78 mg/l.

Aviso

La intervención policial se produjo poco antes de las dos de la madrugada cuando se informó de que una persona, al volante de un Renault Clio, circulaba con síntomas de ebriedad.

Las comprobaciones llevadas a cabo posteriormente en las bases de datos también sacaron a la luz de que dicha persona, por sentencia judicial, no podía ir al volante. El 'historial' delictivo de dicho conductor se remonta, al menos, a 2008, año en que fue por primera vez condenado por un delito contra la seguridad del tráfico. Juan C.G. se topó de nuevo con una decisión judicial por su irresponsabilidad en la carretera en febrero de 2009, mes en el que también fue condenado por circular bebido y cuando la ley no le había reintegrado la posibilidad de conducir un coche. Las navidades de 2009 tampoco debieron muy positivas para él. Sumó su tercer fallo en contra en sentencia del mes de diciembre en el que se le imponían nuevas sanciones por conducir sin permiso.

Anteayer, en el juzgado, el fiscal pidió para él la máxima sanción para este tipo de delitos: nueve meses de cárcel, tres años privado de conducir y una multa de 6.480 euros. Sus únicas opciones eran ir a juicio o conformarse con la pena logrando, con ello, el beneficio de ver reducida su condena en un tercio. Decidió esto último.