La juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, dictó ayer in voce una sentencia absolutoria contra un hombre que en enero de 2009 fue denunciado por su ex pareja por presuntas amenazas de muerte. La decisión judicial se adoptó después de que la fiscal retirara los cargos. Todo ello ocurrió después de que la propia afectada, pese a ratificar su denuncia, señalara que no tenía miedo de su ex compañero, con el que compartía una hija, y asegurara que ahora sus relaciones con él eran buenas y que, incluso, seguía el contacto con la niña.

El acusado, a su vez, señaló que los problemas con la denunciante ocurrieron cuando estuvo varios meses sin trabajo, sin poder pasarle la pensión a la pequeña y cuando, además, su ex mujer decidió venirse a vivir a Eivissa y él no podía ver a la niña de ambos las veces que consideraba necesario.

«Nunca hubo amenazas reales. Sólo le recriminé que no pudiera hablar con mi hija», insistió el acusado, persona que se enfrentaba a seis meses de cárcel. «Lo único que quería entonces era que me dejara en paz», resaltó la afectada.