Uno de los sospechosos detenidos, ayer, en un domicilio de la calle Corona del barrio de Can Misses. | Marco Torres

Esta vez han sido jóvenes de Eivissa sin oficio ni beneficio conocido los que han caído. Una nueva operación antidroga de la Guardia Civil, iniciada tras investigaciones llevadas a cabo por agentes de lo que técnicamente es la Oficina de Análisis de Investigación Fiscal (Odaifi), con sede en el aeropuerto de la Isla, ha permitido acabar con las actividades de tráfico de drogas que estaba llevando a cabo un grupo juvenil y que principalmente se centraba en la distribución de hachís en las zonas de ocio de Vila. Sus clientes eran, casi siempre, personas de su entorno.

Cerca de media docena de sospechosos iban detenidos al cierre de esta edición y cuando los registros, que ayer se llevaron a cabo en distintos puntos de este municipio, continuaban.

Registros

La operación se hallaba bajo secreto de sumario dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa y tutelada por agentes del Equipo de Delincuencia Antidroga (EDOA), que prestaron apoyo a sus compañeros de la Odaifi.

La cantidad aprehendida al concluir el día, así como el tipo de estupefacientes decomisados por los investigadores, tampoco había trascendido. La mayor parte de los registros que a esa hora se habían realizado, sin embargo, apuntaban que todos los sospechosos contaban con domicilio en Vila y que las operaciones de tráfico que podían estar llevando a cabo eran a pequeña escala entre consumidores habituales u ocasionales también relacionados con el ámbito juvenil. Parte de los registros se efectuaron en barrios periféricos de la ciudad, como uno que se llevó a cabo a primera hora de la tarde en la zona de Can Misses.

Otra gran operación en Cantabria relacionada con Eivissa

La Guardia Civil de Cantabria ha desarticulado una banda dedicada a introducir y distribuir en ciudades españolas, entre ellas Eivissa, speed fabricado en Europa, en una operación denominada Cafeto, en la que han sido detenidas doce personas y se han intervenido 102 kilos de esta droga sintética, la mayor cantidad requisada este año.

La organización, radicada en Cantabria y dirigida por un hombre de 33 años considerado uno de los mayores traficantes de speed del país, compraba la droga principalmente en Holanda y la introducía en España en camiones a través de la frontera de Francia, para después distribuirla. La droga se preparaba para su venta en Cantabria y después se vendía en esta comunidad autónoma y en Castilla y León -Valladolid y Burgos-, Zaragoza, Madrid, Eivissa y Cádiz, País Vasco o Asturias.