El incendio devastó 1.576 hectáreas de masa forestal pero pudo haber arrasado 3.225. Ésta es una de las conclusiones de las muchas que se han extraído en la conselleria de Medi Ambient en los primeros análisis realizados por los técnicos. El conseller Gabriel Vincens aseguró que el tiempo de respuesta de las emergencias fue el adecuado y dijo que su virulencia fue tal en sus inicios que era imposible detenerlo. El fuego avanzó a 24 metros por minuto en las primeras seis horas (1,4 km/h). Se calculó que en ese tiempo se perderían 610 hectáreas. Su rapidez fue tal que en diez horas alcanzó la costa. Vicens señaló que, pese a todo y a las dificultades por la alta humedad, el viento y las temperaturas, se pudo poner coto a las llamas sin daños personales en las tres zonas se fijaron: Portinatx, Sant Joan y sa Cala.