La magistrada Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, dejó ayer vista para sentencia la causa de un turista irlandés que fue detenido el 1 de julio de 2009 en los apartamentos Jet de Platja d'en Bossa después de que el conserje de dicho complejo alertara de que había un hombre supuestamente agrediendo a una mujer. Ésta fue encontrada por la policía con la cara cubierta de sangre.

Ni el acusado ni la víctima comparecieron ayer en el juicio. La defensa, sin embargo, señaló que la afectada era una persona que cuando se hallaba en estado de nerviosismo tenía episodios de abundante sangrado nasal. Asimismo, recordó que la mujer nunca quiso interponer una denuncia y que la discusión que oyó el conserje se produjo cuando dicha persona estaba en estado de plena efervescencia por los celos. El fiscal pidió una condena de nueve meses de prisión para el sospechoso.