Material recuperado por la policía en una imagen facilitada por Comisaría.

La Policía Nacional, a través del Grupo de delincuencia Especializada y Violenta de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Eivissa, ha desmantelado un grupo rumano especializado en la recepción de objetos robados, sobre todo de teléfonos móviles. El material era luego sacado de la Isla para su venta en el mercado negro. Se sospecha que el grupo , asentado en Sant Antoni, compaginaba dicha actividad con la venta de droga. En los registros, además de cocaína, se aprehendió una pistola simulada y una defensa extensible.

La denominada operación Transilvania, con la que se ha desarticulado a esta organización, se ha resulto con la detención de las siguientes personas: V.P., de 32 años, acusado de un delito de receptación y delitos contra la salud pública, así como de A.P., de 27, E.A.C., mujer de 25 años, y M.V.I., de 20 años. Todos ellos de nacionalidad rumana. El quinto arrestado en la investigación es el sevillano A.L.R., de 31 años, y quien fue encartado en delitos de hurto.

Hurtos

Las investigaciones comenzaron a mediados de febrero, cuando Comisaría tuvo constancia de varios delitos continuados de hurto en diversas terminales de telefonía, según una nota de prensa.

Los agentes pudieron relacionar estos delitos con otros acontecidos en verano, cuando se supo que un ciudadano rumano sacaba de la Isla efectos sustraídos. Previamente, un trabajador de una empresa de transportes le hacía llegar estos artículos que después se vendían en el mercado negro.

Así, tras un registro practicado en un domicilio de San Antoni, la Policía intervino un total de 61 teléfonos, casi todos en sus cajas originales; 2 televisores marca Samsung; 2 ordenadores portátiles y una pistola simulada, entre otros artículos. Además, se encontraron joyas, 15 gramos de cocaína y hormonas de crecimiento y una báscula de precisión.

Tres de los detenidos rumanos contaban con antecedentes. V.P., por malos tratos y estancia ilegal, A.P. por infracción a la Ley de Extranjería y M.V.I por lesiones. El sevillano A.L.R., por su parte, acumulaba diez arrestos por robos con fuerza.