Sólo uno de los británicos detenidos el verano pasado con éxtasis del mismo anagrama y color como el que mató en julio a la turista Jodie Nieman será juzgado. El fiscal ha pedido el sobreseimiento de las actuaciones con respecto a otros cinco sospechosos apresados después de que el primero de ellos cayera en un control de la Guardia Civil en Sant Antoni con 200 de estas pastillas.

Los agentes localizaron un piso de la calle Cantabria donde éste supuestamente compró la droga, un domicilio ocupado por un grupo de tiqueteros sobre los que la Fiscalía, pese a hallarse droga en la casa, no ha considerado que existan pruebas de tráfico.

El único acusado que ha quedado en el caso se enfrenta a cuatro años y medio de cárcel.