El Defensor del Pueblo ha mandado un claro mensaje a la Dirección General de Policía: no todo vale en las investigaciones y hay que acabar con las identificaciones de tinte racista.

Taller.

Y lo ha hecho, como informó este periódico, después de que Cáritas Eivissa no haya tenido reparos en salir no sólo en defensa de uno de los inmigrantes que se formaba parte de sus talleres de formación sino también en todas aquellas personas que se acogen en el seno de esta entidad de la Iglesia Católica. Su denuncia, en un caso que motivó a que a nivel nacional se siguiera lo que estaba ocurriendo dentro de otras cáritas, sirvió para que esta institución se interesara por los problemas que estaba atravesando en otros lugares donde también se detectó que la policía, probablemente, se extralimitaba en sus funciones de control.

Televisión.

La policía dio por resuelta una de sus investigaciones cuando el 16 de mayo de 2011 agentes de paisano presuntamente irrumpieron en un almacén de Cáritas para llevarse a un marroquí con 26 años de estancia en España y con su situación completamente regularizada. Para los agentes, estaba claro que dicho individuo era el autor de la sustracción de una televisión en una vivienda cuyo propietario se dejó las llaves puestas en la cerradura de la puerta de entrada.

A las bravas.

Cáritas Eivissa se apresuró enseguida a preguntar entre su personal qué había ocurrido y, tras ello, acudió a sus servicios jurídicos para aclarar si era normal que la policía, supuestamente sin orden de registro, y sin modales, entrara como Pedro por su casa en un lugar privado. Según la denuncia, que sigue su curso en el juzgado, ahora pendiente de que se resuelva un recurso de archivo, presentado tras el informe del Defensor del Pueblo, los agentes, además, terminaron empleando la fuerza y enfrentándose a todas las personas que había dentro, incluido al director del taller y a los monitores. Todo para llevarse al sospechoso magrebí, quien acabó preso hasta que fue juzgado.

Absolución.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, en una resolución de junio de 2011, ordenó a la cárcel que dicha persona fuera puesta en libertad porque la sentencia sobre su caso había sido absolutoria.

Defensa.

Luego vino la investigación del Defensor de Pueblo y su conclusión después un informe policial que daba una versión muy distinta a lo recogido por Cáritas Eivissa. La actuación policial sigue su curso en el juzgado pero para Cáritas el caso está resuelto. Diga lo que diga el juez, se hizo lo que había que hacer: salir en defensa de una persona que estaba bajo su amparo.