Taxis en formación en la parada del aeropuerto esperan la llegada de pasajeros. | Irene G.Ruiz

Lo que ocurrió anteanoche en el aeropuerto podría ser un peligroso precedente. «Convivimos todos los días y la tensión irá a más si no se lleva a cabo algún tipo de actuación», explicó Juan Carlos Marí, presidente de la Asociación de Taxis de Sant Josep. «No pasó nada grave en el sentido de que no hubo sangre, pero sí se agarraron un poco, lo malo es que podría ser un precedente», añadió Marí.

Otro taxista de Sant Josep explicó que algunos acabaron por el suelo, y desde la Guardia Civil confirmaron que el hecho no tuvo relevancia penal y que cuando los agentes acudieron al lugar para conocer lo ocurrido o tomar declaraciones, los protagonistas, al menos los ‘ilegales’, ya se habían marchado.

En la salida

«Ellos [los ‘ilegales’] van directamente a buscar a los clientes a las puertas de salida y se llevan los viajes más largos, y anoche [anteanoche para el lector] fue el detonante porque incluso van con papelitos que pone taxi», explicó un taxista que vio lo ocurrido y que prefiere mantenerse en el anonimato.

Según este hombre, un asalariado del taxi, «eran unos seis ilegales, rumanos, búlgaros, y creo que también un holandés».

«Nosotros hacemos cola para que después vengan ellos y se lleven los mejores viajes», declaró, indignado, porque «no es nada nuevo, ya que algunos son conocidos de veranos anteriores» y las «administraciones no hacen nada».

Los taxistas ‘ilegales’ suelen aparcar sus coches en el estacionamiento del aeropuerto y después se van a la zona de salida del aeropuerto para ofrecer el servicio a los viajeros que acaban de aterrizar.

En ocasiones, esta situación genera auténtica tensión entre estas personas y los taxistas legales. «Algo así tenía que pasar y la segunda vez será más fuerte», advirtió ayer el taxista.