El joven abandona el juzgado tras declarar ante el juez de guardia en 2008.

La defensa de J.F.P. y el ministerio público alcanzaron ayer un acuerdo mediante el cual el acusado acepta una pena de dos años y medio de cárcel que queda en suspenso durante cuatro años siempre y cuando continúe, como hasta ahora, con el tratamiento de desintoxicación de sustancias estupefacientes que ya comenzó en la prisión de Eivissa y que debe seguir durante, al menos, dos años.

J.F.P. se encuentra en prisión provisional desde que fue detenido el mismo día que atracó con una navaja la gasolinera de la carretera de Sant Jordi, el 14 de marzo de este año. Allí, en prisión, ya comenzó con un tratamiento que ahora, si quiere salir de la cárcel y no regresar a ella, debe cumplir durante un periodo no inferior a dos años.

De esta forma, en el juicio, que celebró la juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, se consideró que J.F.P. padece «un trastorno psicótico» causado por su adicción a la benzodiacepinas -una sustancia que suele encontrarse en las pastillas de éxtasis-, así como por el abuso del alcohol y otras sustancias estupefacientes.

El ministerio público considera esta situación como un atenuante, mientras que el hecho que atracara la gasolinera con la cara tapada se analiza como un agravante, al igual que la reincidencia.

Tras el atraco a la gasolinera de Sant Jordi, J.F.P. acudió a la Guardia Civil de Sant Antoni para denunciar que le habían robado el coche, precisamente el vehículo con el que acababa de asaltar la estación de servicio, de donde se llevó 400 euros.

Los agentes enseguida sospecharon de J.F.P., que, sometido, a interrogatorio, acabó por confesar.

En 2008, J.F.P. fue condenado a dos años y medio de prisión porque atracó otra gasolinera, en aquella ocasión la de la rotonda de entrada a Vila por la avenida de Santa Eulària.