Momento del traslado en lancha del turista accidentado.

Una situación un tanto ridícula síntoma de los tiempos de la globalización. Un turista de nacionalidad irlandesa, M.S., de 39 años, se precipitó ayer por la mañana desde unos 20 metros por un acantilado de sa Penya y los bomberos del Consell d’Eivissa tuvieron que salvarle.

El equipo de rescate vertical de los bomberos y Protección Civil culminaron la tarea con éxito y el turista, con fractura abierta de tobillo, fue trasladado a Can Misses. Ocurrió sobre las ocho y media de la mañana en el acantilado del barrio de sa Penya que se encuentra al final de la calle de Miranda, informaron desde el parc de Bombers y el Ayuntamiento de Vila.

Movilización

Lo curioso del tema es que el suceso movilizó a, además de los bomberos, la Policía Local, la Nacional, ambulancias del Ib-Salut, Salvamento Marítimo, Protección Civil y policía portuaria. El precipitado avisó de su accidente a un amigo también irlandés a través de su teléfono móvil y esta persona alertó al servicio de emergencia de Dublín.

Desde la capital irlandesa avisaron a las autoridades españolas de Madrid, desde donde llamaron a Salvamento Marítimo de Palma. Desde la capital balear, finalmente, avisaron a los bomberos y al resto de servicios de emergencia de las Pitiüses, que se pusieron manos a la obra.