Imagen del incendio que se declaró en el número 62 de la calle Madrid de Vila el 21 de diciembre de 2010. | ESTER REQUENA

El joven J.A.C.T. se sienta mañana en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa para responder por el incendio que, presuntamente, ocasionó el 21 de diciembre de 2010 en un cuarto piso del número 62 de la calle Madrid de Vila. J.A.C.T. está acusado por el ministerio público por un delito de daños mediante incendio, por lo que reclama una pena de diez meses de cárcel para este joven y tres años de tratamiento médico externo.

El edificio entero fue evacuado por el incendio en el cuarto piso. El fuego, que comenzó en el salón principal de la vivienda, generó mucho humo y causó una gran alarma en la zona al extenderse con rapidez por el resto del inmueble. Una veintena de vecinos de este edificio se vieron directamente afectados al tener que abandonar sus casas como medida de precaución mientras los bomberos intervenían.

Casa vacía

La casa se encontraba vacía cuando se detectaron las llamas sobre las cinco y media de la tarde. Los bomberos, a su llegada, se encontraron con que el fuego estaba generando un gran calor y que la visibilidad era completamente nula, una vez que se logró abrir la puerta de la casa. Tras cortarse la instalación eléctrica del edificio, los bomberos accedieron al interior del domicilio y se abrieron paso entre las llamas, que destruyeron en su totalidad el piso.

Este joven también fue detenido por otro incendio que causó aproximadamente un año después y que le costó la vida a una mujer española de 43 años de edad que murió por inhalación de humo. Ocurrió en el número 2 de la calle Agapito Llobet de Vila, junto al Parque de la Paz.

Durante los trabajos de extinción de este incendio, el joven no se alejó del lugar. En un primer momento dijo que el fuego se propagó de forma fortuita, pero tiempo después el joven «se derrumbó», según la policía, y confesó que lo había provocado él mismo, por lo que quedó detenido.