Piden tres años de prisión por dañar el entorno natural del camino del Faro de Punta Grossa. | Redacción Local

Fernando Garrido, exjefe de Demarcación de Costas, Lucas Prats, presidente del Fomento del Turismo, y otros cuatro acusados más han sido absueltos del delito contra la ordenación del territorio que se les imputaba por haber llevado a cabo una obra «ilegal» en el camino que conduce al faro de Punta Grossa.

Tras celebrarse el juicio de la Audiencia Provincial de Palma en Eivissa el pasado 14 de enero, finalmente las tres juezas no consideran probado que los trabajos, realizados entre octubre y diciembre de 2004, «supusieran, de modo relevante, alteraciones sobre los perfiles del relieve, modificación de las características naturales del terreno y afectación de la calidad del paisaje terrestre, especialmente de la franja litoral».

Sin embargo, ni Amics de la Terra ni el Ministerio Fiscal han pensado igual durante todo este tiempo. Los ecologistas denunciaron los trabajos que se realizaron en la finca propiedad de la empresa Pompe S.L. cuyo administrador solidario es José Manuel Pardo, también acusado y dueño de la vivienda situada en la finca Es Single, en zona calificada de «área natural de especial interés (Anei)».

En este sentido, durante la vista oral el fiscal aseguró que los acusados, defendidos por abogados como Miguel Arbona, llevaron a cabo, entre otras cosas, «la ampliación de la anchura del sendero hasta tres metros cuando el originario no superara el metro y medio, el corte de taludes en la roca del acantilado de hasta dos metros de profundidad y cinco metros de altura, el vertido de los áridos en el mar y la tala de pinos de alto valor ambiental y paisajístico».

Sin embargo, las magistradas tampoco consideran probado que la escalera de hormigón que marcha desde la entrada de la vivienda de José Manuel Pardo hacia el mar «fuera realizada o modificada» por tres de los acusados ni ordenada por éstos, dando credibilidad a la argumentación del propio Pardo en el juicio cuando aseguró que se trata de unas escaleras «muy antiguas, que tienen más años» que él, y que ya existían cuando su empresa adquirió el lugar.