El jefe de zona del Banco Sabadell, Óscar Prohens, confirmaba el mismo día del atraco que tuvieron «la suerte de no tener que lamentar daños personales ni materiales en la oficina» ya que el atracador sólo se llevó el dinero sin provocar ningún desperfecto más.

Hoy por la mañana está previsto que pase a disposición judicial el hombre que atracó la sucursal del Banco Sabadell de Puig d’en Valls el pasado 22 de febrero por la mañana.

El detenido, un hombre de 27 años de edad, de nacionalidad española, toxicómano, en paro y con dos hijos, fue caputarado este lunes por agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa.

Según ha podido saber Ultima Hora, en sus primeras declaraciones ante los agentes, el asaltante confirmó haber robado en apenas unos minutos 3.000 euros de la entidad bancaria, para luego destinar 2.700 a una deuda pendiente y el resto para que pudieran comer sus hijos.

En este sentido, el detenido aseguró que decidió atracar esta oficina sin haber hecho una selección previa y movido únicamente por su desesperación y por la mala situación económica que atraviesa.

Además, negó haber encañonado a ninguno de los empleados para conseguir el dinero, tal y como explicaron éstos el día del atraco, y que, para llevar a cabo su actuación, empleó una pistola de juguete que pintó de negro para que pareciera real.

También aseguró que en ningún momento tapó su cara con un pasamontañas sino que llevaba una gorra roja y una braga que se subió para intentar no ser reconocido.

Con respecto al ciclomotor en el que huyó, el detenido aseguró ante los agentes que lo encontró abandonado y que decidió hacerle un puente y llevarla hasta el lugar para poder marcharse con mayor velocidad. Además, explicó a la Guardia Civil que cuando se dirigía a la sucursal se cayó y haciéndose bastante daño en una de sus piernas.