Una columna sale de la planta química de Waco. | HANDOUT

La explosión se escuchó a 70 kilómetros de distancia y fue terrible. Los medios de comunicación hablan de entre cinco a sesenta muertos, y cientos de heridos. La detonación se registró en una fábrica de fertilizantes cerca de Waco, en Texas y a estas horas (la tarde de ayer en España) hay muchas dudas sobre lo ocurrido.


West, en Waco, es una población pequeña, como Inca. La semana en Estados Unidos había sido horrible, con el atentado en el maratón de Boston, que ha afectado mucho, y el debate encendido de la restricción de las armas en este país.

Detonación brutal

Anoche (el miércoles) nos enteramos en Dallas de que había habido una explosión en West, en una fábrica de fertilizantes. Al principio, los medios de comunicación no hicieron demasiado caso, porque estaban volcados con lo de Boston. Sin embargo, cuando llegaron los bomberos y empezaron a trabajar se produjo una detonación brutal, porque dicen que el amoníaco se mezcló con el agua y provocó una reacción que parecía el estallido de una bomba nuclear.
Las cifras de víctimas oscilan muchos. Algunos medios hablan de cinco fallecidos y otros de sesneta. También bailan los datos de heridos, aunque podrían ascender a 160. Sobre las causas, los datos son muy escasos.


Aquí se está comparando la tragedia de la fábrica de fertilizantes con el atentado de Oklahoma, cometido hace unos años y que afectó mucho a los estadounidenses.

La parte positiva es que se está acercando una tormenta a Waco, acompañada de tornados, y se especula con que el agua podría sofocar el gran incendio que sigue activo allí. Me gustaría poder acercarme, pero las autoridades no nos dejan llegar a los periodistas porque hay emisiones tóxicas muy peligrosas para la salud. Yo estoy a unos 100 kilómetros.