Kilómetros y kilómetros de la carretera entre Andratx y Estellencs ofrecen un panorama desolador, como se aprecia en la imagen.

«Pasarán 15 ó 20 años como mínimo para que esta zona vuelva a parecerse en algo a lo que era antes, se han acabado las excursiones por aquí, y a ver con qué ilusión vuelve la gente que vive o tiene casas por esta zona a sus viviendas» El comentario lo realizaba ayer un veterano miembro de los equipos de emergencia mientras recorría la carretera de Andratx a Estellencs. Kilómetros y kilómetros de paisaje lunar, a cada lado de la carretera que generaban una inmesa tristeza y desolación. «Estamos hablando de muchas hectáreas quemadas, pero cuando se reabran las carreteras cortadas y la gente vea cómo ha quedado serán conscientes del desastre», agregó.

El incendio que quema desde hace dos días en Andratx ha destruido cerca de 2.000 hectáreas de masa forestal y, además de la catástrofe ecológica que supone para la Isla, ha dejado decenas de dramas humanos, con vecinos que han visto cómo el fuego ha llegado hasta las puertas de sus casas y ha provocado la muerte de animales, aunque no ha habido que lamentar daños personales.

Más de 300 efectivos de los equipos de emergencias de la Isla y procedentes de la Península continuaron trabajando a destajo durante la jornada de ayer para combatir las llamas, y las labores de extinción se prevé que se alarguen durante los próximos días.