El casco quedó totalmente sumergido. | Natalia Navarro

El Grupo de Rescate Vertical de los bomberos de Eivissa rescató la noche del martes a cinco jóvenes madrileños que habían quedado atrapados con sus kayaks en un acantilado de la zona de Cala Sant Vicent, junto a la urbanización Alla Dins y al faro de Punta Grossa.

Al parecer, los kayaquistas que habían alquilado sus canoas en la empresa Ibiza Mundo Activo estaban realizando una excursión que durante todo el día les llevaría a ver desde la salida a la puesta de sol. Sin embargo, a media tarde las condiciones del mar fueron empeorando y se vieron obligados a refugiarse durante un tiempo en este acantilado que, según confirmaron los bomberos, es de difícil acceso porque sólo tiene salida por mar y cuenta con unas paredes de unos 70 metros de altura.

A las 20,30 se recibió el primer aviso en el Parque de Bomberos de Sant Rafal y el rescate no se completó hasta pasadas las 02,45 de la madrugada, lo que habla de la complejidad del proceso. Según explicaron los propios bomberos, primero se intentó el rescatados por mar, a través de Salvamento Marítimo pero las fuertes olas que rompían contra las rocas desaconsejaron la operación.

Entonces, se decidió que actuaran los miembros del Grupo de Rescate en Altura de los bomberos. Primero se trasladaron hasta el lugar dos efectivos que consiguieron descender y llegar hasta los kayaquistas. La idea era poder rescatarlos de forma conjunta, pero en previsión de que las condiciones de la mar iban siendo cada vez peores, finalmente se decidió movilizar a los nueve miembros que forman parte de este grupo para intentar el rescate de forma individualizada.