Uno de los vehículos modelo Jeep Wrangler que ha sido pasto de las llamas.

Dalt Vila sufrió ayer por la mañana el tercer incendio en el que se ve involucrado un vehículo todoterreno Jeep Wrangler en los últimos diez días. El primero tuvo lugar el domingo 8 de septiembre en la calle Sa Carrossa, el segundo el lunes de madrugada en la calle Pere Tur, junto al Colegio de Arquitectos, y el tercero, ayer en torno a las siete y media de la mañana, junto a la muralla y a escasos metros del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE).

En los tres sucesos, los vehículos, dos rojos y uno negro, terminaron completamente destrozados sin que se pudiera hacer nada por ellos. Sin embargo, en el incendio de ayer no hubo que lamentar daños en las fachadas adyacentes y no se registraron explosiones, como en el caso del que ardió en la calle Pere Tur. Aún así, según algunos vecinos, como Antonio, que está pasando sus vacaciones en una casa de la calle Púnica, las humaredas y el fuego fueron tan intensos que «se podían ver desde el barrio de la Marina e incluso llegaron a tapar por momentos la torre de la Catedral».

Aunque esto no ha podido ser contrastado todo parece indicar que al menos uno de los vehículos era propiedad de residentes en Dalt Vila. «Creo que el primero de los coches era de un hombre que vive aquí desde hace mucho tiempo y que es muy conocido en el barrio mientras que el segundo era uno alquilado» explicó a Ultima Hora un residente que presenció desde su vivienda el fuego que se originó ayer junto a la muralla.

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