El juez decano de Eivissa y titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer, Juan Carlos Torres, en una imagen de archivo. | Redacción Sucesos

Después del problema de los traductores, ahora es el turno de los informáticos. En los juzgados de Eivissa se opera desde 22 de julio sin servicio de asistentes de informática, o lo que es lo mismo, desde el día en que los dos empleados de este área decidieron dejar de ir a trabajar porque no cobraban. A partir de entonces, cada vez que los funcionarios de los juzgados tienen un problema informático deben llamar a una central de Madrid, el denominado Centro de Asistencia al Usuario (CAU), donde una serie de teleoperadores les atienden y ayudan a resolver el problema, lo cual no siempre ocurre porque no siempre es posible. En estos casos, cuando el problema persiste, se toma la decisión de enviar un experto desde Palma, lo cual obliga a los afectados, mientras llega el experto, a desarrollar su sentido de la paciencia a causa del retraso a la hora de sacar el trabajo adelante en un sector ya de por sí saturado y lento.