Seis de los agentes que forman en Eivissa el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. | Redacción Sucesos

Hace una semana el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil rescató en el mar a 90 metros de profundidad un ultraligero y los cadáveres de sus dos ocupantes, en una arriesgada operación de un grupo formado por 223 buceadores altamente especializados y cada vez más demandados. Pero no es esta la máxima profundidad en la que han tenido que intervenir los agentes del GEAS. Su techo, o mejor dicho su fondo, es por el momento los 105 metros, alcanzado en Eivissa por un grupo preparado y capacitado para enfrentarse a catástrofes como el trágico naufragio en 2012 en la isla italiana del Giglio del Costa Concordia, con 4.220 pasajeros a bordo.

Antonio Buendía, jefe de los GEAS en Eivissa, recordó ayer que fue en 2010 cuando alcanzaron esa profundidad y que fue durante un curso de buceo técnico avanzado a gran profundidad que se realizó en la Isla. Fue un curso interno, para que otros miembros de los GEAS adquirieran práctica a semejantes profundidades.

Se seleccionó a 16 ‘geas’ de toda España y se optó por hacer el curso en Eivissa. Fue frente al puerto, a primera hora de la mañana, con el fin de evitar imprevistos meteorológicos y contar con la máxima visibilidad, recordó Buendía.

La primera parte del curso se realizó en Cartagena, que es donde suelen los ‘geas’ realizar sus prácticas, pero como para bajar a más cien metros de profundidad «se requiere una logística más compleja se optó por Eivissa», apuntó Buendía, ya que en la Isla es posible parapetarse del viento optando por cambiar de zona de inmersión.