El Ministerio Fiscal pidió ayer que tres indigentes que acuden regularmente a Caritas fueran condenados a pagar una multa de 450 euros cada uno por ocupar durante tres años una casa de campo abandonada en la zona de es Viver.

Los tres se encuentran en el paro y, según su abogada defensora si fueran condenados tendrían que ingresar en prisión ya que no disponen de recursos económicos para hacer frente a a la sanción.

Los hechos que se juzgaron ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa tuvieron lugar entre el 8 de junio de 2007 y el 8 de junio de 2010. Durante todo este tiempo, J.M. junto a su hija S.M. y a J.H. ocuparon una vivienda de planta baja situada en la zona de es Viver después de que la mujer del primero falleciera y se quedaran sin recursos.

Además, y tal y como confirmó una trabajadora social de Caritas a la juez Martina Rodríguez, los tres acudían regularmente al comedor de la organización, padre e hija estuvieron en la escuela pretaller de habilidades sociales e, incluso, S.M. sufrió anorexia y necesitó de atención psicológica tras la muerte de su madre.

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