El cuerpo, «prácticamente momificado», estaba sobre este colchón situado al fondo de la cueva.

Un agente de la Policía Local de Vila dio la voz de alarma al divisar humo dentro de una de las cuevas que hay en el estacionamiento situado al final de la calle Ramon Muntaner, en la zona de es Puig des Molins. Cuando los bomberos acudieron al lugar y terminaron de sofocar el fuego encontraron, en la parte más profunda de esta cuerva, el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomoposición, «prácticamente momificado», señalaron los bomberos. Desde la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, cuyo equipo de Policía Judicial se ha hecho cargo de la investigación, señalaron que, aparentemente, en el cuerpo no había signos de violencia y que todo apunta a que la persona murió por causas naturales. Lo mismo señalaron desde el juzgado de guardia, Instrucción número 4, que espera contar hoy por la mañana con el informe forense.

Junto al cuerpo, que estaba tumbado sobre un colchón, había una riñonera con varias fotocopias de documentación que se cree que pertenecía al fallecido, un hombre de entre 40 y 45 años de edad que se cree que pudo fallecer mientras dormía. Todo apunta a que se trata de Ignacio van Horenveke Paredes y que usaba la cueva para dormir.