Rubén G.L. ha sido condenado a un año y ocho meses por la muerte, en agosto de 2006, del turista británico William Arthur Hall. La juez Clara Martínez de Arellano, del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, lo ha condenado por un delito de lesiones en concurso ideal con una falta de homicidio por imprudencia leve. Además, por el delito de lesiones lo ha condenado a pagar una multa de dos meses a razón de ocho euros diarios, es decir, 480 euros.
Por contra, la juez ha absuelto a Rubén G.L. del delito de homicidio por imprudencia grave por el que estaba acusado por el ministerio público y la acusación particular y por el que ambas partes reclamaban una pena de tres años de prisión.
En la sentencia también se condena a Rubén G.L. a pagar una indemnización de 77.000 euros a los padres de William Arthur Hall, que tenía 22 años cuando falleció.
En el capítulo de hechos probados se explica que «sobre las 8,00 horas del 26 de agosto de 2006 el acusado estaba en el parking de la discoteca DC-10 cuando mantuvo una discusión con William Arthur Hall en el transcurso de la cual le propinó varios puñetazos en la cara que le ocasionaron fractura de los huesos propios de la nariz sin desplazamiento, así como una hemorragia en las vías aéreas altas (epistaxis)». Por este motivo, William Arthur Hall sangró por la nariz de forma intermitente desde ese día hasta el 28, día en que sobre las 13,00 horas acudió a Urgencias de Can Misses
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Un año y pico por matar a una persona. No está mal; un poco más y le dan un premio aún. Sí que están baratas las vidas humanas en España.