Los bomberos del Consell d’Eivissa y los especialistas del Ibanat trabajaron durante toda la noche para conseguir que las llamas no avanzaran. | German G. Lama

Pese a la carencia de medios aéreos -dos horas tardó en llegar el primer helicópero-, el incesante trabajo desarrollado a lo largo de toda la noche desde tierra por los bomberos del Consell d’Eivissa y los especialistas del Ibanat y de la Direcció General d’Emergències lograron detener el avance de las llamas del grave incendio que se originó el sábado por la tarde en el Torrent den Pujolet, en es Cubells. Al amanecer se sumaron a las tareas de extinción los 118 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegados desde la base valenciana de Bétera.

Entre todos lograron mantener a raya las llamas y consiguieron estabilizar el perímetro del incendio, que alcanzó una longitud de 4.200 metros y arrasó cerca de 40 hectáreas de pino y matorral. Fue posible gracias a las favorables condiciones meteorológicas, ya que la noche fue húmeda y no se levantó viento.

Aunque desde el sábado poco antes del anochecer ya no había llamas, el director técnico coordinador de Emergències, Pablo Gárriz, explicó ayer por la mañana que, pese a todo, el fuego continuaba latente, ya que el calor permanece bajo la masa vegetal del suelo y en el momento que coge aire puede rebrotar. Precisamente, el trabajo desde tierra consistió ayer en «remover y refrescar», explicó Gárriz.

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