José Ribas Riera, de 65 años, el pasado 29 de mayo, es conducido al juzgado para responder por el crimen de su sobrino político. | DANIEL ESPINOSA

José Ribas Riera, el hombre que el pasado 26 de mayo se entregó a la Guardia Civil tras matar de tres tiros de escopeta al marido de su sobrina, el holandés Gerardus Johanes Buijus, de 33 años de edad, será juzgado el próximo 17 de noviembre por la Sección Primera de la Audiencia Provincial por la presunta comisión de un delito de agresión sexual continuada cometido sobre una joven de nacionalidad marroquí en 2008. Por esta presunta agresión sexual, la representación legal de la denunciante reclama una pena de doce años de cárcel. También se le reclaman dos años más por un presunto delito de maltrato en el ámbito familiar, ya que Ribas Riera y la marroquí vivían juntos, y un año más por más por amenazas graves. En total, la acusación particular reclama quince años de prisión para el acusado, que tiene 65 años de edad.

Finca aislada

Según se explica en el escrito de acusación, a lo largo del verano de 2008 Ribas Riera contactó con la denunciante y con su familia en Marruecos, y con la promesa de matrimonio, la trajo a vivir a España, a su domicilio de Sant Jordi, una finca aislada, precisamente muy cerca de donde, el pasado 26 de mayo, cometió el asesinato del marido de su sobrina tras una discusión por el dinero resultante de la venta de una finca.

Una vez en la casa de Sant Jordi, la joven marroquí sufrió abusos sexuales de forma continuada, siempre según la denuncia. En esos meses, le realizó tocamientos por todo el cuerpo «tratando de mantener relaciones sexuales completas por la fuerza e intentándo penetrarla, llegando a conseguir introducir parte del pene, siendo retirado por la víctima y eyaculando sobre sus rodillas, sin llegar a desvirgarla por la fuerte resistencia de la misma, y llegando a producirle moretones por todo el cuerpo.

En noviembre de ese mismo año la mujer fue atendida en el hospital por un fuerte dolor en un pecho supuestamente causado por las agresiones del denunciado. También en esa fecha acudió a la Oficina de la Dona, donde recibe atención psicológica desde diciembre de 2002.