El pasado día 13 la guardia civil, la policía nacional y la policía local se coordinaron en un dispositivo de vigilancia de la concurrida zona de fiesta del West End, en Sant Antoni. Los roles de cada cuerpo estaban claros: la policía nacional vigiló posibles delitos relacionados con el ámbito de la extranjería, la benemérita realizó tareas de Seguridad Ciudadana y los locales inspeccionaban el cumplimiento de las ordenanzas del ayuntamiento.

El dispositivo concluyó con la fructuosa cifra de 28 denuncias por venta ambulante, 4 por posesión de drogas y 2 personas fueron detenidas, una por una orden dictada por un juzgado de Cataluña y otra por encontrarse en situación irregular en el territorio español. Además se identificaron a 3 personas más por diversos motivos.