Joan Marí Tur junto a su abogado en una de sus declaraciones. | GERMAN G. LAMA

Mañana comienza a las diez de la mañana en los juzgados de Eivissa la vista oral en la que se juzgará, entre otros, al exconseller de Patrimonio Joan Marí Tur, Botja, y al exdirector de Patrimonio Antoni Arabí, por un presunto delito contra el Patrimonio Histórico tras la destrucción de restos de restos arqueológicos durante las obras del segundo cinturón de ronda entre los años 2004 y 2005.

Para ellos dos, más el constructor Matías Arrom Bibiloni y el jefe de dichas obras, Sancho Álvarez Alemán, el Ministerio Fiscal solicita en su escrito de acusación una pena de tres años de prisión e inhabilitación de sufragio pasivo y una multa de 73.000 euros como culpables de «un delito continuado sobre el patrimonio histórico».

Según se detalla en las conclusiones provisionales del Ministerio Público, en el proyecto de obra del segundo cinturón de ronda, que comenzaron el 25 de octubre de 2004, se establecía una partida presupuestaria de 15.000 euros para un seguimiento arqueólogico que los acusados no llevaron a cabo en ningún momento y que provocó que apenas un mes después se destruyera una cisterna púnico-romana que había sido encontrada en la zona de Can Bufí.