Varios agentes de la Guardia Civil salen de uno de los cuatro registros que efectuaron ayer en Santa Eulària.

Tras una investigación de tres meses, la Policía Judicial de la Guardia Civil reventó ayer la operación Ya-Ya, en la que detuvieron a cinco personas de nacionalidad rumana y pertenecientes a la misma familia, tres hombres y dos mujeres, a las que se acusa de cometer robos en casas de campo de Santa Eulària y Sant Joan y también en obras.

Veinticuatro agentes de la Policía Judicial y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil participaron a la vez en los registros que se realizaron ayer en Santa Eulària con el fin de realizarlos al mismo tiempo e impedir que los sospechosos pudieran avisarse. Aun así, uno de ellos rompió varios discos duros para evitar que los agentes dispusieran de la información que contienen.

Los agentes recuperaron muchos objetos presumiblemente robados, como gran cantidad de joyas, televisores, herramientas, ordenadores, smartphones... Varios de los detenidos poseían vehículos de lujo y regentaban un locutorio en Santa Eulària del que los agentes están investigando la posibilidad de que lo el grupo lo empleara para el blanqueo de capitales.