Una parte de la gran cantidad de objetos recuperados por la Policía Judicial de la Guardia Civil. | (c) Sergio G. Canizares

Los cinco miembros de una familia de origen rumano que el pasado jueves fueron detenidos bajo la acusación de robar en casas de campo y obras de los municipios de Santa Eulària y Sant Joan quedaron ayer en libertad con cargos tras declarar en el juzgado de guardia, informaron ayer fuentes judiciales. La juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, María Luisa Bustillo, le tomó declaración ayer por la mañana y tomó la decisión de que quedaran en libertad con cargos, imputados por delitos contra el patrimonio, mientras continúa la instrucción del caso y con la obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

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Los detenidos son los varones S.M.R., de 31 años de edad; I.C.G., de 29; y M.D.R., de 19. También fueron arrestadas las mujeres M.R., de 49 años, y D.R., de 41. Según la Policía Judicial de la Guardia Civil, responsable de esta operación bautizada como Ya-Ya, los detenidos formaban «un grupo criminal organizado» y cada uno de sus miembros tenía funciones bien definidas. Los agentes llegaron a la conclusión de que en este clan familiar los hombres se encargaban de la comisión de los robos en casas y obras, mientras que terceras personas eran los encargados de vender lo robado y distribuir los beneficios.