El portugués Paulo Cesar Martins Baptista, que fue condenado en febrero de este año a cuatro años y medio por el homicidio de Abel Ureña, cometido en 2011, y a seis meses más por emplear documentación falsa, salió en libertad provisional a mediados de agosto y quien era su expareja cuando ocurrieron los hechos ha solicitado ayuda a las autoridades españolas después de recibir un mensaje a través de su facebook en el que se ve una imagen del condenado con el texto: «Él ha vuelto! Se preparem aquelles que tienem algo que temer!!!».

Además, Baptista recibió otra condena, ésta de seis meses, por una agresión anterior cometida, al igual que la que causó la muerte de Abel Ureña, en el Ushuaïa Beach Club, donde trabajaba como responsable de seguridad.

Desde que ocurrieron los hechos, la exnovia del portugués vive en el extranjero, por lo que las autoridades españolas le han sugerido que reclame protección en el país en el que reside actualmente. La mujer, que recibió el mensaje desde un buzón que no lleva el nombre de Baptista, asegura que interpreta este mensaje como una «amenaza».

Prófugo de Portugal

Baptista, prófugo de la justicia portuguesa, que huyó de la isla y de España tras el puñetazo que acabó con la vida de Ureña, ha permanecido en prisión dos años y nueve meses. La sentencia por homicidio está recurrida en el Supremo, por lo que no es firme, motivo por el que la Audiencia Provincial lo ha tenido que dejar en libertad provisional, explicaron ayer desde el TSJ. No obstante, no puede abandonar la isla de Mallorca, en cuyos juzgados tiene que firmar cada día, informó el TSJ.

Además de la pena de prisión, la Audiencia Provincial condenó a Baptista «como responsable civil» a que indemnice a la madre del fallecido con 80.000 euros con la responsabilidad subsidiaria de la empresa propietaria del Ushuaïa Beach Club, ya que, en su veredicto, el tribunal del jurado destacó que la agresión se produjo en horario laboral. Esta indemnización se corresponde exactamente con la cantidad que reclamaba el ministerio público. A este dinero hay que restar 36.000 euros que le fueron bloqueados de su cuenta al acusado y otros 12.000 que el portugués ingresó de motu proprio. Además, la Audiencia Provincial obliga a Baptista a sufragar las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular.

El crimen de Ureña, un puñetazo que acabó resultando mortal y que fue grabado por las cámaras del establecimiento, causó auténtica conmoción en la isla y abrió muchos interrogantes, ya que estaba en España con nombre y NIE falsos. Además se descubrió que huyó de Portugal tras recibir una condena de seis años y tres meses por su supuesta pertenencia al grupo Mafia da Noite.

Tras la muerte del joven Ureña, la indignación fue en aumento debido a que Baptista seguía en paradero desconocido.

La Policía Judicial de la Guardia Civil siguió la huida del portero, un hombre muy musculado que, según algunas fuentes, es experto en boxeo tailandés, hasta que, finalmente, el 21 de noviembre de 2011 fue arrestado en una ciudad cercana a Amsterdam por las fuerzas especiales holandesas.