La causa de la muerte del británico Luke Thomas Rhoden, de 25 años de edad, la dilucidará la autopsia, cuyos resultados se esperan conocer en breve. Rhoden, un joven muy robusto y jugador de rugby en su pueblo, Wigan, en el norte de Inglaterra, un lugar donde se juega mucho a este deporte.

El suceso se produjo el martes sobre las diez de la noche en el Ibiza Rocks Hotel, en Sant Antoni. Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears explicaron ayer que el joven comenzó a causar problemas, a gritar y a correr por las instalaciones del hotel muy afectado por el consumo de algún tipo de droga. Gritaba que le querían matar, según el relato policial, y acabó por precipitarse desde un primer piso del hotel.

En apariencia, este lance no le produjo heridas de consideración, ya que los agentes de la Guardia Civil tuvieron que emplear la fuerza para reducirle.

Desde el servicio del 061 explicaron que el joven entró en parada cardiorrespiratoria, por lo que comenzaron a realizar maniobras de recuperación.

El equipo médico de la UVI móvil del 061 estuvo cerca de 40 minutos intentado recuperar las constantes vitales del joven inglés, pero no tuvieron éxito y allí mismo se certificó el fallecimiento.

Desde el hotel explicaron ayer que sus empleados están colaborando con las autoridades españolas para aclarar los hechos y que también están ayudando a la familia y amigos del fallecido.

Una quinta planta

Por otra parte, otro turista de nacionalidad británica, éste de unos 32 años de edad, se encuentra en estado grave en la UCI de Son Espases, adonde fue derivado ayer por la tarde desde Can Misses. Se precipitó desde la quinta planta del Hostal Marí, en la calle Progrés de Sant Antoni.

Al parecer, antes de estrellarse contra el suelo chocó contra una barandilla, lo que frenó el golpe. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación de este caso.