Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre sospechoso de ser el pederasta de Ciudad Lineal en el marco de un dispositivo policial desplegado tras meses de investigación, han confirmado fuentes policiales.

El presunto pederasta es un ciudadano español que tenía fijada su residencia habitual en la capital cántabra y se desplazaba Madrid para perpetrar sus delitos contra menores.

Las mismas fuentes han precisado que se trata de un delincuente con diversos antecedentes por otro tipo de actividades criminales. El arrestado se dedicaba, entre otros asuntos, a realizar cobros a morosos por encargo y ya había pasado por la cárcel.

Las fuentes consultadas le describen como un «auténtico depredador» y aseguran que podría «haber ido más allá» en caso de haber cometido un nuevo secuestro, incluso haber acabado con la vida de su víctima para evitar ser identificado.

Los investigadores creen que se encontraba en Santander para que no se le vinculase con los secuestros y abusos a menores y que aprovechaba sus viajes a Madrid para cometer también otro tipo de delitos.

Delitos

El presunto pederasta de Ciudad Lineal está acusado de cinco agresiones a menores de entre cinco y once años y tres tentativas, según ha informado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha relatado que el detenido, un varón español de 42 años, ya cumplió una condena de siete años en los años noventa por un delito similar contra una niña de seis años.

Fernández Díaz ha dado estos datos en una comparecencia en la que ha ofrecido detalles de su detención, en la que ha participado un amplio dispositivo policial con el que ha colaborado el FBI.

El ministro ha confirmado que las agresiones se producían contra menores con las que no tenía ninguna relación, de escaso desarrollo físico y con las que contactaba en parques o zonas de ocio habituales de menores, factores que han complicado la investigación.

Según ha dicho, es un varón español de 42 años «aunque aparenta menos», con un amplio historial policial por robos con violencia, robos con fuerza y violencia de género, y que en los años noventa fue condenado a siete años por retener y agredir sexualmente a una menor de corta edad. Se dedicaba a actividades mercantiles de compraventa de vehículos, era aficionado a las artes marciales y el culturismo, era violento y tenía relaciones con el crimen organizado.

Ha sido detenido a las 7.37 horas de este viernes en Santander, donde llevaba dos semanas controlado por la Policía a la espera de reunir carga probatoria suficiente.