Ayer se celebró la vista oral de un delito por lesiones, concretamente se acusa al joven R. M, de nacionalidad marroquí, de los delitos de lesiones con instrumento peligroso y resistencia a la autoridad, delitos para los cuales el fiscal pide una pena de tres años y seis meses por el primer delito y un año por resistencia a la autoridad. Una petición que la fiscal pidió conmutar por la expulsión del acusado del Estado español.

Los hechos ocurrieron el 28 de octubre de 2012 a las 03,00 horas cuando el joven marroquí, que iba acompañado de un amigo que en estos momentos está fuera de la isla, entró en el pub Casanova para ir a buscar a su novia que se encontraba en el interior. El portero, y acusación particular, Daniel Rodríguez, al ver que estaban dentro, los echó del local: «Los saqué porque ya la habían liado varias veces», explicó Rodríguez. «Volvieron con botellas en la mano y me las lanzaron causándome heridas en la cabeza, en el brazo y en la mano. Me lanzaron entre 10 y 12 botellas», declaró. Unas agresiones que el acusado negó. Según M.R. fue su acompañante quien lanzó las botellas y él lo que hizo fue intentar pararlo y poner paz.

Al parecer, tres agentes de la Guardia Civil estaban pasando un rato en el mismo local cuando se percataron de las agresiones y salieron tras los dos hombres. Según declaró uno de los agentes: «El seguridad del local sangraba por la cabeza, y había dos chicos lanzando botellas contra todos, salimos tras ellos y les dimos alcance, ya eran conocidos en el pueblo», manifestó el agente que explicó que ellos se identificaron como agentes de la Benemérita antes de actuar, y que el acusado ofreció bastante resistencia: «Me dio un golpe en el hombro y me causó lesiones», aseguró, heridas por las que reclama 350 euros de indemnización. Sin embargo, el acusado explicó que fueron los agentes los que le pegaron a él y le partieron «la oreja en dos», M.R. negó haberse resistido y aseguró que le pegaron tal paliza que se quedó inconsciente. El joven marroquí apuntó que los agentes «iban muy bebidos y estaban muy agresivos», aunque reconoció que él había consumido drogas esa noche, a pesar de ser epiléptico.