Los familiares de las víctimas del accidente aéreo de este martes en Francia aguardan en hoteles de Barcelona su traslado al lugar del siniestro, una vez completada la recogida de muestras de ADN que ha permitido elaborar 48 perfiles genéticos de parientes directos para facilitar la identificación de cadáveres.

Según han informado fuentes del gabinete de crisis, el equipo de la policía científica, integrado por agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra, ha obtenido el perfil genético de 48 familiares de víctimas, tanto de origen español como de otras nacionalidades, a partir de una base de 119 muestras de ADN, como cabellos y saliva.

Los agentes, que han recogido estas muestras junto a un equipo de ocho forenses del Instituto de Medicina Legal de Catalunya (IMLC), han elaborado también fichas «ante-mortem» de las víctimas, a partir de datos facilitados por sus familiares, para conocer detalles que puedan ayudar a identificar los restos mortales, como por ejemplo si llevaban prótesis, tatuajes o «piercings».

El primer ministro francés, Manuel Valls, ha advertido este martes de que la investigación sobre el accidente va a ser larga y que la recuperación de los cuerpos de las 150 víctimas, de las que 51 son españolas, se presenta «extremadamente difícil».

Los familiares aguardan su traslado a Francia a cargo de la compañía Germanwings, lo que probablemente se llevará a cabo este jueves en avión o autocar, en el hotel Don Jaime de Castelldefels (Barcelona), donde han pasado la noche y adonde a última hora de de este martes se trasladó la sala de apoyo a afectados que estaba habilitada inicialmente en el aeropuerto de Barcelona.

Cerca de 60 profesionales, entre psicólogos, médicos y policías, atienden a los familiares de las víctimas, en un dispositivo que se mantendrá activo hasta que sea necesario y lo requieran los afectados.

El dispositivo de atención está integrado, entre otros, por especialistas del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), agentes de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Nacional, así como por técnicos de Fomento, Protección Civil, del aeropuerto de Barcelona y de la compañía aérea Germanwings, la filial de bajo coste de Lufthansa.

Paralelamente, un juez de El Prat de Llobregat (Barcelona) ha abierto diligencias previas a raíz del accidente de avión, pero estudia inhibirse a favor del magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que era el que estaba de guardia.

Según han informado fuentes judiciales, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de El Prat de Llobregat abrió diligencias previas, después de que la Guardia Civil, que tiene encomendada la seguridad en los aeropuertos, le notificara el accidente de un avión que había despegado de Barcelona.

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De esa forma, el juzgado de El Prat asumió las primeras diligencias de investigación relacionadas con el accidente, aunque está estudiando inhibirse a favor de la Audiencia Nacional, competente en asuntos que exigen cooperación jurídica internacional.

Bajo la dirección del juez de El Prat, la Guardia Civil ha practicado las primeras diligencias de investigación relacionadas con el siniestro que atañen al aeropuerto de Barcelona, entre ellas el visionado de las escenas del despegue del avión siniestrado, que fueron grabadas por las cámaras de seguridad.

Los agentes analizarán las imágenes del despegue del avión de Germanwings, para determinar si en la operación se aprecia alguna incidencia que pueda tener relación con la pérdida de altura de la aeronave y su posterior caída, tras una hora de vuelo.

Otra de las incógnitas que deberá aclarar la investigación es la causa por la que el avión despegó con media hora de retraso del aeropuerto de El Prat.

Para ello, la Guardia Civil podría interrogar a mecánicos y otros trabajadores del aeropuerto de El Prat en los próximos días, si así lo requieren las investigaciones sobre las causas de la catástrofe llevadas a cabo tanto en España como en Francia.

La Guardia Civil tiene también un papel clave en la identificación de las víctimas del accidente, por lo que ha visionado las imágenes del embarque de los pasajeros del avión siniestrado para comprobar si subieron a la aeronave todos los que estaban en la lista de la compañía aérea.

Mientras, el Ministerio de Interior ha desvelado que está investigando en las redes sociales 50 mensajes ofensivos con las víctimas, en ocasiones por su origen catalán, y más de 20 perfiles relacionados con los tuits que han circulado en las últimas horas sobre la catástrofe.

También los Mossos d'Esquadra investigan a 17 perfiles de la red social Twitter que supuestamente han publicado 24 mensajes ofensivos sobre las víctimas, al considerar que podrían ser constitutivos de un delito de odio y discriminación.

La intención de la consellería de Interior es llevar el caso a la Fiscalía, lo que este jueves también hará la plataforma Drets, que ha recopilado los mensajes que considera como «catalanófobos».