El tribunal del jurado ha declarado este viernes culpable de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y la atenuante de confesión a C.C.T.G., por matar al empresario Joan Mascaró en Ferreries (Menorca) el 17 de enero de 2013, atropellándolo y acuchillándolo. | Alejandro Sepúlveda

El tribunal del jurado ha declarado hoy culpable de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y la atenuante de confesión a C.C.T.G., por matar al empresario Juan Mascaró en Ferreries (Menorca) el 17 de enero de 2013, atropellándolo y acuchillándolo.

Después de que el portavoz del jurado haya dictado el veredicto de culpabilidad, el fiscal ha ratificado su petición de una condena de 12 años de prisión, la acusación particular que representa a las hijas del fallecido ha solicitado que la pena impuesta sea la máxima, de 15 años; y la defensa ha pedido 5 años.

Tras el veredicto del jurado, la presidenta del tribunal, la magistrada Gemma Robles, dictará sentencia en las próximas semanas.

El jurado ha considerado probado por unanimidad que el día de los hechos el acusado colisionó su vehículo en dos ocasiones contra el ciclomotor conducido por Mascaró, consiguiendo hacerle caer al suelo y que se bajó del coche portando un cuchillo de cocina y un hacha con intención de causar su muerte, se enfrentó al empresario y le propinó varias puñaladas y pinchazos.

Como consecuencia de las múltiples heridas sufrió un neumotórax bilateral que le ocasionó la muerte.

Para considerarle culpable de homicidio, el jurado se ha basado en la reconstrucción de los hechos que se llevó a cabo durante el juicio, que confirmó la existencia de dos impactos contra el ciclomotor de Mascaró, con una separación de 60 metros entre uno y otro, así como que desde el segundo impacto hasta donde apareció la víctima, ésta tuvo la oportunidad de huir.

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En cuanto a la agravante de abuso de superioridad, el jurado ha considerado probado que para llevar a cabo su ataque y provocar un desequilibrio de fuerzas, el acusado embistió por detrás al empresario y además salió del vehículo con dos armas blancas, un hacha pequeña y un cuchillo, para disminuir de manera notable las posibilidades de defensa de la víctima sin eliminarla del todo, ya que presentaba heridas defensivas en una mano y un antebrazo.

En relación con la atenuante de confesión, los miembros del jurado han destacado en el veredicto que tras cometer los hechos el acusado fue al cuartel de la Guardia Civil de es Mercadal «reconociendo sustancialmente el hecho principal antes de que hubiera sido descubierto y sin ocultación de información relevante».

El jurado lo ha considerado probado por 8 votos a favor y uno en contra y ha señalado que al día siguiente del suceso, el hombre reconoció en el juzgado haber matado a una persona y colaboró con los investigadores en la búsqueda de las armas utilizadas.

Por unanimidad, el jurado se ha manifestado no partidario de que le sea concedido el beneficio de indulto.

El abogado de las hijas de Mascaró, Jaime Campaner, ha justificado su petición de que la pena impuesta sea máxima a la vista de la gravedad del hecho, del «truculento episodio» protagonizado por el acusado y «la extremada violencia empleada», así como porque abandonó el lugar cuando la víctima estaba viva.

Según el letrado, el acusado «en ningún momento se ha arrepentido, muy al contrario orgulloso» y premeditó la muerte de Mascaró porque la había anunciado.

Campaner ha solicitado que las dos hijas de Mascaró sean indemnizadas con 18.000 euros cada una.