Imagen de las bicicletas y del turismo que conducía el hombre detenido por este accidente mortal.

El hombre que el pasado sábado de madrugada fue arrollado mortalmente por un turismo, circulaba con su bicicleta por el centro de su carril y sin ningún tipo de luz o material reflectante que lo hiciera visible.

La víctima, natural de Mali y de 37 años de edad, falleció en la Policlínica del Rosario unas dos horas después del accidente, que se produjo pasadas las cuatro y media de la madrugada en la carretera que une Santa Eulària y Sant Carles en dirección a esta primera localidad, a la altura de la ferretería Sa Rota.

El conductor que lo arrolló, según las investigaciones de la Guardia Civil, dio 0,70 miligramos por litro de aire espirado en un primer ensayo y 0,60 en el segundo, por lo que fue detenido. También dio positivo en cannabis y metanfetaminas. Él reconoce haber bebido y fumado, pero no haber tomado otro tipo de drogas. Según consta en el atestado, la frenada que dejó en el suelo tras golpear al ciclista es de 90 metros, lo que podría indicar que circulaba a una velocidad superior a los 80 kilómetros por hora que marca la carretera en ese tramo. La juez de guardia ordenó su ingreso en prisión con carácter provisional eludible mediante el pago de una fianza de 12.000 euros, una cantidad que aún no ha podido satisfacer. El detenido, un hombre de 32 años y nacionalidad india, trabaja en el restaurante Sansara. Sus compañeros están ayudando a conseguir el dinero y están valorando la posibilidad de contratar a una abogada especializada.

Junto a la víctima iban otros dos ciclistas, un hombre que resultó ileso y una mujer que sufrió heridas de carácter leve. Poco después del golpe mortal, una conductora pasó por el lugar y cuando llegó a Santa Eulària vio que tenía un retrovisor colgando. Fue a la Guardia Civil y todo parece indicar que golpeó a uno de los ciclistas con el retrovisor.

LA NOTA

El coche que un testigo dice que se fugó no estaba en la isla

Según consta en los informes, un amigo del hombre detenido declaró que fue el conductor de otro vehículo quien arrolló al ciclista y que después se dio a la fuga. Proporcionó un modelo de coche y un número de matrícula de un vehículo real. El mismo día del accidente, la Guardia Civil buscó al conductor y lo encontró en Pontevedra. Éste se presentó con su coche en la Guardia Civil de la ciudad gallega y se comprobó la inverosimilitud del testimonio, ya que no habría tiempo material e viajar de un punto a otro y el vehículo no mostraba ningún signo de haber sufrido un accidente. Según los informes, la Guardia Civil no tiene duda posible de que el detenido fue quien arrolló al ciclista.