Según señala el juez en la sentencia Joaquim Homs abusó de las tres víctimas durante cinco años, entre 2007 y 2011, por lo que le obliga también a indemnizarlos con 10.000 euros y le impone una orden de alejamiento de las víctimas por un periodo de cinco años.
El juez ha dado credibilidad a la versión de los tres jóvenes y ha considerado probado que el expresidente de Cruz Roja Banyoles aprovechó su cargo en la entidad y se valió de la falta de recursos de las víctimas --los tres son marroquíes-- para ofrecerles trabajo y papeles a cambio de hacerle tocamientos.
El juez ha considerado probado que los jóvenes «no tenían futuro» ni expectativas de mejora por lo que Homs les hizo creer que podía mejorar su situación insinuando que tenía buena relación con las instituciones y administraciones públicas.
Asimismo, considera probado que Homs invitaba a las víctimas a su casa y les pedía que le hicieran tocamientos, y le satisficieran sus deseos sexuales, aprovechando su condición de superioridad.
El juez recoge como válidos los testimonios de los jóvenes que aseguraron durante el juicio que Homs les obligaba a besarle y a tocarle los genitales, incluso, uno manifestó que le había obligado a hacerle una felación.
El condenado negó los hechos durante el juicio y aseguró ser víctima de una conjura contra él orquestada por los jóvenes y los educadores sociales que le denunciaron; la sentencia no es firme y puede recurrirse.
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