Un británico de 22 años bajo los efectos de las drogas protagonizó ayer una consecución de sucesos que incluyó al menos un robo, un accidente de tráfico con heridos y dos detenciones policiales, con un intento de fuga y algunos disparos «al aire» de por medio. Finalmente, los agentes policiales detuvieron al extranjero que, al presentar heridas, fue trasladado al Hospital Can Misses.

Allí se le atendió por diversas contusiones y erosiones producto del siniestro y el intento de huida y se confirmó el consumo de drogas mediante un test de estupefacientes. Según indicaron portavoces del centro hospitalario, su estado por la tarde era «sedado» y se encontraba custodiado por la Guardia Civil.

Los hechos

Al parecer, sobre las 11.00 horas, el británico, cuya indentidad no fue revelada, aprovechó un descuido de un empleado de Pepsi para robar el vehículo de la empresa, un Fiat Punto.

Según indicaron fuentes de la compañía de bebidas, el empleado –que se encontraba realizando un servicio de recaudación y entrega de facturas en la carretera de Sant Josep a la altura de Sant Agustí– había dejado las llaves en el interior del vehículo «pero no en el contacto». Mientras revisaba unos documentos de espaldas al turismo y a escasos metros del mismo, el joven de 22 años aprovechó para introducirse en él y emprender la huida.

Acto seguido, el presunto ladrón provocó una colisión frontal en el kilómetro 15 de la citada vía, a unos 200 metros del lugar donde había robado el coche que conducía, con otro vehículo, un Toyota RAV4 de color rojo. Los ocupantes de este segundo turismo, dos hombres, resultaron heridos, siendo posterioremente ingresados en la Policlínica. El centro hospitalario privado no ofreció información sobre su estado.

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Tras el siniestro, acudieron al lugar de los hechos la Policía Local de Sant Josep, Guardia Civil y el 061.
En los primeros momentos, y según testigos presenciales, los agentes detuvieron rápidamente al conductor del coche robado, ya que presentaba indicios de haber consumido estupefacientes. El individuo ofreció mucha resistencia, pero finalmente los agentes lo pudieron esposar e introducir en el coche patrulla. Seguidamente, los policías se dispusieron a dirigir el tráfico, pues debido al accidente se habían formado importantes retenciones que colapsarían la PM-803, en las inmediaciones del kilómetro 15, durante al menos una hora.

Así, el británico aprovechó para romper la puerta y la ventanilla del coche patrulla y darse a la fuga campo a través. Un agente se percató y, según fuentes oficiales, disparó una vez «al aire».

En cambio, según testigos presenciales aseguraron haber oído «entre tres y cuatro tiros», mientras el detenido «trataba de huir esposado». Alguno de los presentes también afirmó que el agente «no apuntaba al cielo, sino hacia el hombre que huía».

Durante su fuga, el británico lanzó algo que después resultaría ser –según fuentes oficiales– un fajo de billetes. Estas mismas fuentes no precisaron ni la cantidad ni la divisa a la que pertenecía este dinero. A pesar de ello, este periódico pudo saber que el joven llevaba consigo «un fajo de billetes en libras esterlinas», que podrían proceder de un acto ilícito anterior. De confirmarse esta hipótesis, implicaría que el británico robó el coche para huir de un delito anteriormente cometido.

Sea como fuere, finalmente, los agentes redujeron y apresaron por segunda vez al presunto delincuente, que inicialmente fue trasladado al retén policial de Sant Josep. Posteriormente, al ver que presentaba heridas y tenía marcas de sangre, fue trasladado al Hospital Can Misses.

Así terminaba la jornada para este británico de 22 años: hospitalizado, detenido y custodiado por la Guardia Civil y con varios presuntos delitos de los que deberá responder ante la justicia, si las investigaciones que siguen en curso así lo determinan.