El juzgado de instrucción número 4 de Eivissa decretó ayer libertad con cargos para los dos británicos detenidos por el ataque a un compatriota suyo acuchillado en una pizzería de Sant Antoni el pasado 25 de junio.

Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia Balear, los detenidos quedaron en libertad pero con la obligación de comparecencias periódicas en los juzgados.

Las imágenes captadas por la cámara de seguridad del establecimiento sirvieron para identificar a los agresores y desencadenar su detención. Pero ayer, la propietaria del restaurante no reconoció a los detenidos, según informaron fuentes judiciales.

Uno de los detenidos tenía un coche del mismo modelo y color que el utilizado por los atacantes pero habría documentado su venta semanas antes de los hechos, según apuntaron las mismas fuentes.

Los detenidos pasaron ayer a disposición judicial antes de cumplirse las 72 horas legales.

La Guardia Civil les acusaba de un delito de homicidio en el grado de tentativa.

Las investigaciones continúan y no se descartan nuevas detenciones. De hecho, los agentes siguen una línea de investigación que conectaría este apuñalamiento con el sufrido el pasado sábado por otro hombre británico que se refugió en el retén de la Policía Local de Sant Antoni.

El hombre estaba gravemente herido después de sufrir un ataque con idéntico modus operandi. La víctima fue detenida tras pedir el alta voluntaria en el hospital Can Misses. Las investigaciones apunta a una lucha entre bandas de narcotraficantes.