Ayer, los bañistas disfrutaron de la playa en ses Salines sin percatarse de la situación. | Arguiñe Escadón

El viento variable que sopló durante todo el viernes en Eivissa, con rachas de hasta 25 kilómetros por hora, hizo que un velero de unos 18 metros de eslora topara con una roca por la tarde y quedara varado frente a la playa de ses Salines (Sant Josep).

Los cuatro tripulantes que ocupaban la embarcación, cuya nacionalidad no pudo ser confirmada, no sufrieron heridas y pudieron abandonar el velero sin problemas.

La embarcación, llamada Kwaza, permaneció varada durante toda la noche y continuaba en el mismo lugar ayer por la mañana. Su ubicación, en las inmediaciones de la Torre de ses Portes, es muy concurrida por los bañistas y otras embarcaciones, aunque no despertó expectación alguna por tratarse de un lugar habitual de fondeo.

Combustible

Según indicó un portavoz de Salvamento Marítimo, se instaló una barrera de contención alrededor del velero como medida de protección y para evitar posibles fugas de combustible al mar.

Sin embargo, esta misma fuente señaló que el riesgo de un vertido de gasoil era «mínimo» o prácticamente inexistente, pues se trata de un líquido muy volátil que se evapora con facilidad.

Ya por la tarde, Salvamento Marítimo confirmó que la embarcación había podido ser reflotada por una empresa especializada –contratada por el propietario del velero– y posteriormente se remolcó hasta un varadero de Eivissa para su reparación.

También indicaron que durante el viernes se realizaron otras operaciones de remolque de menor calado debido a las fuertes rachas de viento.