Un británico detenido cada tres días en Eivissa. Es la media que aportan los números hechos públicos ayer por la Embajada Británica en España. Los datos corresponden al periodo comprendido entre el 1 de abril de 2014 y el 31 de marzo de 2015.
En ese periodo, el consulado británico en Eivissa atendió un total de 112 detenciones de ciudadanos británicos. Las estadísticas aportadas también recogen siete casos de violación o agresión sexual.
Asimismo, el consulado se ocupó de 27 hospitalizaciones de ciudadanos británicos y emitió un total de 670 documentos de viaje de emergencias en sustitución de pasaportes perdidos o sustraídos.
Comparando las estadísticas con otros países mediterráneos, de las mismas se desprende que el consulado de Eivissa gestionó casi el mismo número de detenciones en 2014/15 que los doce consulados en Grecia y Turquía juntos (118 entre los dos países). Además, el consulado de Eivissa emitió más del doble (670) de documentos de viaje de emergencia que en todo Chipre (297).
La Embajada Británica aportó estos datos a tres días vista de la llegada de dos bobbies a Sant Antoni de Portmany. La primera experiencia de la Policía británica fuera de su país está levantando una gran polvareda en Gran Bretaña, donde los medios de comunicación califican de «broma» la presencia del sargento Brett Williams y la agente Martina Anderson en las islas. De hecho, la cadena de noticias BBC apunta el «poco valor» que están teniendo sus actuaciones de los dos agentes en Mallorca y para corroborarlo acompañan la información con instantáneas en las que se les puede ver bromeando con sus compatriotas y haciéndose selfies.
La delegada del Gobierno, Teresa Palmer, confía en que, aparte del revuelo mediático generado, la pareja de bobbies «ayude a los turistas británicos a sentirse más arropados ante cualquier dificultad y ser un incentivo para evitar que vuestros compatriotas se salten las normas». En este sentido, el embajador británico, Simon Manley, apuntó que «están trabajando junto a las autoridades españolas para que sus compatriotas respeten las leyes y la cultura española». Los dos bobbies irán acompañados de agentes de la Guardia Civil y acabarán su servicio a las 22 horas, otro motivo de crítica y chanza.