El español Sergio Morate es escoltado por dos agentes de la Policía rumana. | Efe

Istvan Horvath, el ciudadano rumano acusado de ayudar a ocultarse en Rumanía a Sergio Morate, principal sospechoso del doble crimen de las jóvenes de Cuenca, aseguró este sábado a Efe que este le contó que había matado a su exnovia pero que él no le creyó.

«Al día siguiente (de llegar a Rumanía) me contó que había matado a Marina (Okarynska). No le creí, le dije que intentaba impresionarme», dijo Horvath.

«No le creí, por eso no advertí a la policía», insistió.

Horvath había alquilado el apartamento donde fue detenido junto a Morate el jueves.

Ambos se conocieron en la cárcel en España y asegura que Morate se puso en contacto con él recientemente.

«Me envió un mensaje y me dijo que había hecho algo. Luego, me llamó y me dijo que estaba perdido por algún lugar en Austria, pero sin decirme nada más. Fui a buscarlo a Hungría y me lo traje a Rumanía», explicó.

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El presunto cómplice se mostró aparentemente conmocionado por el asesinato de las dos jóvenes de Cuenca, Marina Okarynska y su amiga Laura del Hoyo, asegurando que se trata de un acto «imperdonable».

«Era amigo de Sergio, nos conocimos en la cárcel en España cuando fui detenido por un accidente. Debería haber sido padrino de sus hijos», contó Horvath.

«Me ha destrozado la vida, estoy casado, trabajo y ahora tengo problemas con la policía por su culpa», se lamentó Horvath, que reveló que ha leído lo sucedido en los medios de comunicación.

Horvath, de 27 años, fue puesto en libertad con cargos poco después de su detención, y está siendo investigado por la policía como posible cómplice.

Sergio Morate, el principal sospechoso de la muerte de las dos jóvenes de Cuenca, se encuentra en prisión provisional en Rumanía, después de declararse inocente ante un Tribunal de este país y sostener que teme por su vida en caso de regresar a España.

El Tribunal de Apelación de Timisoara, ante el que compareció Morate, aceptó la petición de la Fiscalía de fijar un periodo de detención provisional de 15 días, tiempo durante el cual se espera la petición formal de entrega de las autoridades españolas.